El Gobierno de Castro se
inició bajo los auspicios de la consigna:
“Nuevos Hombres, Nuevos Ideales, Nuevos Procedimientos” y su primer
Gabinete revela la intención de unir las fracciones liberales en pugna. Participaban en él los Ex-presidentes Andueza
Palacio, Villegas Pulido, Rojas Paul, varios Generales del Liberalismo y hasta
el candidato nacionalista derrotado en las elecciones de 1897, General José
Manuel Hernández (El Mocho). Pronto
comenzaron las dificultades de esta integración. El Mocho se lanzó contra el Gobierno de
Castro. Siete meses después de su
intentona, Hernández con sus fuerzas disminuidas, fue derrotado y cayó
prisionero. Castro enfrentó exitosamente
serios conflictos nacionales e internacionales, en los cuales puso de
manifiesto una gran energía, audacia y decisión. En los primeros tres años de Gobierno tuvo
que enfrentar los siguientes problemas:
La Libertadora.
Triunfante la Revolución
Restauradora, Castro pidió a los banqueros caraqueños entregar un empréstito al
Gobierno, para atender la grave situación económica en que se encontraba. Los banqueros se negaron a colaborar y, por
orden de Castro, fueron a parar a la cárcel.
Luego se les hizo desfilar por las calles de Caracas, desde la cárcel
hasta la estación del ferrocarril. Ante
aquella actitud, los banqueros cedieron y entregaron el dinero que pedía el
Gobierno. Pero fueron, desde entonces
enemigos irreconciliables de Castro. El
dirigente principal de este movimiento contra Castro fue el General y banquero
Manuel Antonio Matos. Matos adquirió en
el extranjero armas y pertrechos y comenzó a organizar una serie de
levantamientos en el interior, utilizando a los inmemorables caudillos locales
que se mantenían contra el Gobierno.
Castro logró someter y
derrotar estos alzamientos. A mediados
de 1902, Matos había organizado dentro del país
“La Alianza Revolucionaria más extensa e importante de toda la historia
de Venezuela”. El pretexto de proteger
los intereses de sus nacionales amenazados por la guerra, aparecieron frente a
las costas venezolanas barcos de guerra alemanes, ingleses, franceses,
italianos, holandeses y norteamericanos.
Castro reunión seis mil hombres y con ellos se atrincheró en La Victoria,
donde se produjo el encuentro decisivo entre dos bandos. La batalla duró veinte dos días; fue la más
larga, la más sangrienta, la más importante que se ha librado en suelo
venezolano. El dos de noviembre, las
tropas de la libertadora comenzaron a retirarse de La Victoria, sus jefes
fueron regresados a sus respectivas regiones de origen, entonces Juan Vicente
Gómez, activo teniente de Castro tuvo a su cargo liquidar a cada uno de los
jefes del ejército derrotado.
El episodio final de este
conflicto se produjo en Ciudad Bolívar con la rendición a Gómez de las tropas
que se habían atrincherado en la plaza.
La Libertadora fue la última de las guerras que durante tantos años
sufrió nuestro país. Con ella quedó
sellado el horroroso expediente de nuestras guerras civiles.
El Bloqueo
Durante el Gobierno de Castro
se produjo el más grande y serio conflicto internacional que ha tenido la
República. Tuvo su origen en las deudas
contraídas por la Nación con los países extranjeros. En 1900 la deuda exterior llegaba a ciento
noventa millones de bolívares. Fue una
confabulación del Capital Extranjero, descontento por las medidas que Castro
había tomado contra estas empresas. Como
consecuencia de esta situación, se produjo la intervención de Alemania,
Inglaterra, Francia, Italia y los Estados Unidos. Las dos primeras, establecieron un bloqueo de
nuestras Costas y demandaron el pago de inmediato de la deuda.
Aquella agresión contra
Venezuela, levantó una ola de indignación y de protesta en todo el país y se
produjeron manifestaciones populares de repudio a los agresores extranjeros y
de apoyo al Gobierno, las legaciones de Alemania e Inglaterra en Caracas fueron
apedreadas; las banderas de esos países quemadas en las plazas pública, el
Gobierno de Castro puso en libertad a los presos políticos y metió en la cárcel
a los súbditos alemanes e ingleses residentes en el país. Los agresores bombardearon y desembarcaron en
el Castillo de Puerto Cabello y se llevaron como trofeo viejos cañones de la
época de la Colonia, campanas, imágenes y vasos sagrados de la capilla, forzaron
la entrada al Lago de Maracaibo y bombardearon el Castillo de San Carlos. Esta agresión contra con un país pequeño y
débil como Venezuela, provocó la solidaridad de varios países, principalmente
en América Latina. Venezuela provocó
también el rechazo de la opinión pública en los propios países agresores y en
los Estados Unidos. En Alemania y
Francia, Liberales y Socialistas denunciaron la agresión; y en Inglaterra, en
el Parlamento, se le atacó como Acto de Guerra contra Venezuela. En los Estados Unidos, la presión de la
opinión pública fue factor importante para que el Presidente Teodoro Roosevelt
se decidiera a proponer un arbitraje para resolver el conflicto. La tesis del arbitraje rechazada inicialmente
por Castro fue aceptada posteriormente y, en consecuencia, se firmó el llamado
Protocolo de Washington en enero de 1903 y terminando con este acto del
bloqueo, Venezuela debía cancelar de inmediato las deudas contraídas antes de
la llegada de Castro al poder. Para
pagar las deudas, Venezuela comprometía el 30% de sus impuestos de aduana. Los protocolos habían sido impuestos por la
fuerza de las grandes potencias, cuyo verdadero propósito no era percibir los
fondos en las aduanas embargadas sino apoderarse del territorio venezolano, las
bocas del Orinoco para Inglaterra y la Isla de Margarita para los Alemanes.
En Abril de 1906 se separó
del mando por motivos de salud y poco después anunció su retiro absoluto de la
vida pública, siempre que ello contribuyera a la unión y fraternidad de los venezolanos. Esto sirvió de punto de partida para un
movimiento nacional de aclamación a Castro, quien pronto accedió a reintegrarse
al mando. Pero en agosto del mismo año
tuvo que retirarse de nuevo, esta vez gravemente enfermo en febrero de 1908 se
sometió a una delicada operación y, en noviembre de ese año, se embarcó para
Europa en busca de un famoso cirujano alemán.
Veintisiete días más tarde, el 19 de diciembre de 1908, su lugarteniente
Gómez, a quien dejó encargado de la Presidencia, reaccionó contra él y le cerró
para siempre las puertas de la patria.
Durante dieciséis años estuvo viajando en el ostracismo y murió en
diciembre de 1924 en Puerto Rico a causa de una enfermedad renal, a los 66 años
de edad.
Fuente:
Libro de Historia de Venezuela.Autor: Alberto Arias Amaro. Editorial: Romor.
Disponible en :http://eswikipedia.org.
www.rena.edu.ve.