miércoles, 14 de marzo de 2012

Cipriano Castro.


 El Gobierno de Castro se inició bajo los auspicios de la consigna:  “Nuevos Hombres, Nuevos Ideales, Nuevos Procedimientos” y su primer Gabinete revela la intención de unir las fracciones liberales en pugna.  Participaban en él los Ex-presidentes Andueza Palacio, Villegas Pulido, Rojas Paul, varios Generales del Liberalismo y hasta el candidato nacionalista derrotado en las elecciones de 1897, General José Manuel Hernández (El Mocho).  Pronto comenzaron las dificultades de esta integración.  El Mocho se lanzó contra el Gobierno de Castro.  Siete meses después de su intentona, Hernández con sus fuerzas disminuidas, fue derrotado y cayó prisionero.  Castro enfrentó exitosamente serios conflictos nacionales e internacionales, en los cuales puso de manifiesto una gran energía, audacia y decisión.  En los primeros tres años de Gobierno tuvo que enfrentar los siguientes problemas:

 

La Libertadora.

Triunfante la Revolución Restauradora, Castro pidió a los banqueros caraqueños entregar un empréstito al Gobierno, para atender la grave situación económica en que se encontraba.  Los banqueros se negaron a colaborar y, por orden de Castro, fueron a parar a la cárcel.  Luego se les hizo desfilar por las calles de Caracas, desde la cárcel hasta la estación del ferrocarril.  Ante aquella actitud, los banqueros cedieron y entregaron el dinero que pedía el Gobierno.  Pero fueron, desde entonces enemigos irreconciliables de Castro.  El dirigente principal de este movimiento contra Castro fue el General y banquero Manuel Antonio Matos.  Matos adquirió en el extranjero armas y pertrechos y comenzó a organizar una serie de levantamientos en el interior, utilizando a los inmemorables caudillos locales que se mantenían contra el Gobierno.

Castro logró someter y derrotar estos alzamientos.  A mediados de 1902, Matos había organizado dentro del país  “La Alianza Revolucionaria más extensa e importante de toda la historia de Venezuela”.  El pretexto de proteger los intereses de sus nacionales amenazados por la guerra, aparecieron frente a las costas venezolanas barcos de guerra alemanes, ingleses, franceses, italianos, holandeses y norteamericanos.  Castro reunión seis mil hombres y con ellos se atrincheró en La Victoria, donde se produjo el encuentro decisivo entre dos bandos.  La batalla duró veinte dos días; fue la más larga, la más sangrienta, la más importante que se ha librado en suelo venezolano.  El dos de noviembre, las tropas de la libertadora comenzaron a retirarse de La Victoria, sus jefes fueron regresados a sus respectivas regiones de origen, entonces Juan Vicente Gómez, activo teniente de Castro tuvo a su cargo liquidar a cada uno de los jefes del ejército derrotado.

El episodio final de este conflicto se produjo en Ciudad Bolívar con la rendición a Gómez de las tropas que se habían atrincherado en la plaza.  La Libertadora fue la última de las guerras que durante tantos años sufrió nuestro país.  Con ella quedó sellado el horroroso expediente de nuestras guerras civiles.

 

 El Bloqueo

Durante el Gobierno de Castro se produjo el más grande y serio conflicto internacional que ha tenido la República.  Tuvo su origen en las deudas contraídas por la Nación con los países extranjeros.  En 1900 la deuda exterior llegaba a ciento noventa millones de bolívares.  Fue una confabulación del Capital Extranjero, descontento por las medidas que Castro había tomado contra estas empresas.  Como consecuencia de esta situación, se produjo la intervención de Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y los Estados Unidos.  Las dos primeras, establecieron un bloqueo de nuestras Costas y demandaron el pago de inmediato de la deuda.

Aquella agresión contra Venezuela, levantó una ola de indignación y de protesta en todo el país y se produjeron manifestaciones populares de repudio a los agresores extranjeros y de apoyo al Gobierno, las legaciones de Alemania e Inglaterra en Caracas fueron apedreadas; las banderas de esos países quemadas en las plazas pública, el Gobierno de Castro puso en libertad a los presos políticos y metió en la cárcel a los súbditos alemanes e ingleses residentes en el país.  Los agresores bombardearon y desembarcaron en el Castillo de Puerto Cabello y se llevaron como trofeo viejos cañones de la época de la Colonia, campanas, imágenes y vasos sagrados de la capilla, forzaron la entrada al Lago de Maracaibo y bombardearon el Castillo de San Carlos.  Esta agresión contra con un país pequeño y débil como Venezuela, provocó la solidaridad de varios países, principalmente en América Latina.  Venezuela provocó también el rechazo de la opinión pública en los propios países agresores y en los Estados Unidos.  En Alemania y Francia, Liberales y Socialistas denunciaron la agresión; y en Inglaterra, en el Parlamento, se le atacó como Acto de Guerra contra Venezuela.  En los Estados Unidos, la presión de la opinión pública fue factor importante para que el Presidente Teodoro Roosevelt se decidiera a proponer un arbitraje para resolver el conflicto.  La tesis del arbitraje rechazada inicialmente por Castro fue aceptada posteriormente y, en consecuencia, se firmó el llamado Protocolo de Washington en enero de 1903 y terminando con este acto del bloqueo, Venezuela debía cancelar de inmediato las deudas contraídas antes de la llegada de Castro al poder.   Para pagar las deudas, Venezuela comprometía el 30% de sus impuestos de aduana.  Los protocolos habían sido impuestos por la fuerza de las grandes potencias, cuyo verdadero propósito no era percibir los fondos en las aduanas embargadas sino apoderarse del territorio venezolano, las bocas del Orinoco para Inglaterra y la Isla de Margarita para los Alemanes.

En Abril de 1906 se separó del mando por motivos de salud y poco después anunció su retiro absoluto de la vida pública, siempre que ello contribuyera a la unión y fraternidad de los venezolanos.  Esto sirvió de punto de partida para un movimiento nacional de aclamación a Castro, quien pronto accedió a reintegrarse al mando.   Pero en agosto del mismo año tuvo que retirarse de nuevo, esta vez gravemente enfermo en febrero de 1908 se sometió a una delicada operación y, en noviembre de ese año, se embarcó para Europa en busca de un famoso cirujano alemán.  Veintisiete días más tarde, el 19 de diciembre de 1908, su lugarteniente Gómez, a quien dejó encargado de la Presidencia, reaccionó contra él y le cerró para siempre las puertas de la patria.  Durante dieciséis años estuvo viajando en el ostracismo y murió en diciembre de 1924 en Puerto Rico a causa de una enfermedad renal, a los 66 años de edad.

          

 

Fuente:
Libro de Historia de Venezuela.Autor: Alberto Arias Amaro. Editorial: Romor.
Disponible en :http://eswikipedia.org.
                          www.rena.edu.ve.

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